domingo, 23 de octubre de 2011

Victoria Santa Cruz 5, y el Conjunto Nacional de Folklore


En Febrero de 1973, como una de las acciones iniciales de su gestión,
la Doctora Martha Hildebrandt, Directora del Instituto Nacional de Cultura
fundó el Conjunto Nacional de Folklore, órgano de ejecución destinado a difundir
en el más alto nivel las diversas y genuinas expresiones de nuestra música y danzas.
Victoria fue nombrada directora , cargo que mantuvo hasta 1982,
fecha de su renuncia,
y de la disolución del conjunto .

Presentaciones del Conjunto Nacional de Folklore :
En el Perú:
Cajamarca, Tumbes, Piura, Talara, La Libertad- Trujillo, Ancash-Chimbote, Lima-Huacho-Huaral, Ayacucho, Ica, Pisco, Marcona, Arequipa, Moquegua, Tacna, Ilo, Loreto-Iquitos, Junín- San Ramón, La Merced, Tarma, Huancayo.
En el extranjero:
BÉLGICA- Bruxelles; BRASIL- Rio de Janeiro, Brasilia, Sao Paulo, Recife, Fortaleza; CANADA- Toronto, Otawa, Quebec, Montreal; COLOMBIA; CHILE- Santiago de Chile; ECUADOR- Ambato, Guayaquil, Imbabura, Otavalo, Loja; ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA- New York, Washington, Chicago, Akron, Miami; FRANCIA- París, Lorient, Amiens, Chalons, Le Creusot, Dijon, Sochaux, Chambery, Annecy, Reasancon, Mulhouse, Privas, Vanes, Brest, Fecamp, Nevers, Blois, Thionville, St. Etienne, Rouen, Bordeaux; MEXICO; NICARAGUA- Managua; PANAMA; PRINCIPADO DE MONACO- Monte Carlo; SAN SALVADOR ; SUIZA- Geneve, Lausanne; VENEZUELA- Barquisimeto, San Cristobal de Táchira.

Acerca del Conjunto Nacional de Folklore
La fuerte —aunque no integrada— personalidad cultural de nuestro país se explica por la existencia de diversas e importantes culturas pre-colombinas en nuestro territorio.
A los elementos culturales autóctonos se agregaron, en los tres siglos de conquista y virreinato, elementos culturales hispánicos y africanos. De esta yuxtaposición o simbiosis resulta la actual riqueza y diversidad de nuestro folklore.
Paralelamente a las manifestaciones populares propias del quehacer cotidiano subsisten expresiones culturales que testimonian un conocimiento y profundidad de espíritu inimaginables.
Dentro de los movimientos que dan nacimiento a la coreografía de líneas y pasos -movimientos que, para los ojos del profano, son unas veces bellos, otras monótonos, otras obscenos- se esconde todo un lenguaje a través del cual se puede inducir, claramente, el momento actual del proceso de evolución del pueblo que practica esa coreografía.
Ello permite, asimismo, afirmar que existen en estas manifestaciones dos marcados niveles. Distinguir uno de otro requiere, sin embargo, un estudio y conocimiento del Gran Organizador: EL RITMO, del cual son expresiones el movimiento, el desplazamiento y la coreografía.
La danza folklórica en nuestro país empieza a perder el cordón umbilical que la une a las raíces profundas de nuestras diversas culturas: por desconocimiento del contenido se distorsiona muchas veces la forma correspondiente.
Consciente del valor que este legado representa, el CNF enfoca y cumple su labor cuestionando premisas y técnicas establecidas, rompiendo con teorías no aplicables a nuestra realidad y aplicando técnicas que nos permitan llegar a un reencuentro con nuestro ancestro y a una revaloración de nuestra esencia cultural.
El éxito del CNF a nivel local e internacional reside en el cuidado con que se ha aplicado este conocimiento desde sus inicios en 1973. Las diversas y complejas necesidades y ambiciones que indujeron a algunos a formar parte del CNF, limitaron en algo la orientación aludida, pero, haciendo un balance general, se puede comprobar la cosecha de muy buenos frutos. El CNF está considerado como uno de los mejores elencos nacionales a nivel mundial, en el Perú es uno de los primeros.
Por la cuidadosa formación profesional que reciben los integrantes del elenco del CNF, las experiencias de orden individual y grupal que adquieren son muy especiales; así, la organización de los movimientos dancisticos se logra en función de las particularidades de la frase musical y no recurriendo únicamente al conteo de pasos y movimientos.
Otro factor digno de mención es que, cuando se está elaborando una danza tradicional en la que los bailarines ejecutan simultáneamente un instrumento musical, los integrantes del CNF —por razones obvias— están obligados a aprender la técnica y ejecución del instrumento. Al tañer el instrumento y no mimar la interpretación musical mientras se baila, se obtiene un acondicionamiento que favorece una mejor y más equilibrada respiración, base de todo proceso evolutivo. Las danzas Carnaval de Icho, Imillani y Carnaval de Canas, entre otras, son pruebas de lo señalado, lo que supone, por lo demás, la seriedad y el respeto a la cultura y el trabajo que realiza el CNF.

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